4.23.2014

Me asusta saber lo mucho que puedo quererte. Así, sin más. Y que no haya motivo, salvo esta sensación de caricia por dentro cuando veo tus lilas y pienso que eso es lo que se esconde detrás de Carabanchel y unas cuantas lágrimas de rabia.

Me da miedo querer. Y por eso no quiero. No me enamoro, o eso creo. La libertad sigue pintando estelas en mares que pienso que son reales. Y lo serán hasta que llegue el cambio: entonces pariré celos o indiferencia.

Me quedo quieta.

Me asusto porque siento y dejo de sentir. 

Ahora mismo sólo pienso en mañana besar tu cintura.