Ayer y hoy se han quedado algunas sonrisas colgadas en mi retina.
La primera sonrisa alucinada y sincera que surge de una pequeña boquita que no llega a tres meses. Una sonrisa para mí, sólo para mí, dándome motivos de sobra para convertirme en payaso sin asomo de vergüenza. Feliz, tontísima. Sólo porque ría.
Sonrisas, risas y miradas imbricadas en un "nueve sobre diez", abrigadas por caricias que se despistan en cualquier lugar del cuerpo; por cojines que se posan en silencio para resguardar del frío; por el compás ritmos imposibles; por sentirte latir y oirte respirar.
Visto lo visto, puedo decir que el fin de semana ha sido memorable.
1 comentario:
:)
:)
:)
Qué gusto da pasarse por aquí. Jejeje.
Y notar el airecillo entre tus dientecillos...qué fresquito.
Me alegro de esas sonrisas, las comparto, las río... Yo también sonrío, jo, qué bien.
Qué boba estoy hoy. Jijiji
Bezzzzzz
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