¡Cuánta tarea, cuánta tarea! La timidez se nos pierde entre tanta tarea. ¿Y cómo descubro yo a quien hay detrás de ese cristal redondo? ¿será verdad lo que encierran los juegos de palabras? Sólo queda descartar la malicia, que no hay tal, y pedir al cielo que no nos pierda en el camino. Porque entre tanta mirada esquiva y la confianza naciente sólo quedan los deseos (no tan ocultos) que una tarde tonta imaginaron destellos perdidos sobre una cama deshecha, entre baile y baile.
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Lo dicho: demasiado calor, que me lleva al sinsentido.
2 comentarios:
¡Quiero caló!¡Quiero caló!
y quiero sinsentido...
¡Vente pa Madrid, y te regalo cuarto y mitad de él!
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