Primera hoja de otoño:
De vez en cuando me invade una sensación brutal de alegría, de ganas de salir corriendo kilómetros y kilómetros sólo para abrazarte, aunque apenas sepa quién eres. Quizá sólo porque lo necesite. Quizá sea yo misma la que invente esta preciosa sensación y, del mismo modo, te invente a ti.
Pero qué bien poder hacerlo. Es una forma de salvarse: inventando mi propio y pequeño dios.
De vez en cuando me invade una sensación brutal de alegría, de ganas de salir corriendo kilómetros y kilómetros sólo para abrazarte, aunque apenas sepa quién eres. Quizá sólo porque lo necesite. Quizá sea yo misma la que invente esta preciosa sensación y, del mismo modo, te invente a ti.
Pero qué bien poder hacerlo. Es una forma de salvarse: inventando mi propio y pequeño dios.
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