14 filas más adelante espera tranquilo el despegue.
14 filas tras él ya me he enamorado, le he deseado, he desconfiado de él, le he imaginado en el mar conmigo, y he despertado feliz a su lado.
Entro en el avión y le veo sentado. Sonrío mientras me dirijo a mi asiento, y agradezco haberme cruzado con él: que no desaparezcan nunca estas pequeñas fantasías dentro de la rutina.
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