"No me gustan las 'espantás'. Si se quiere estar, se está."
Tiene razón. Se está. Contra viento y marea, así como con vientos alisios. Con ganas de mandar a la mierda como con ganas de hacer mimos. Se está. Salir corriendo no se pasa nunca por la cabeza.
He heredado ese concepto de relación. Y no soy la única. Mis amigos también lo tienen. No es algo desfasado. Todo esto me hace pensar que ese es el enfoque adecuado. El que consiste en QUERER:
Yo quiero.
Yo te quiero a mi lado.
Yo te quiero en mi vida.
Y me quiero en la tuya.
Nos quiero con las ideas claras. Con la importancia de querer al otro, a pesar de todo.
Sin espantás que valgan.
"Más allá donde no alcanza la vista llegaban mis expectativas."

Los milagros existen, como dice Iribarren. Y luego duelen.
Las "espantás" son las que acaban con los milagros.
Yo prefiero estar. Prefiero creer en los milagros. Y que mis expectativas sean tan grandes como el mar.
Fuimos el mar. Seamos océano.
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