Ahora imagina el silencio. Un silencio oscuro y denso, que no deja respirar. Como el mar en el fondo. ¿Sabes cómo es un silencio así? Quien más, quien menos, todo el mundo lo sabe. Es andar a ciegas con los ojos bien abiertos, por si acaso hay suerte y vuelves a ver lo que quieres ver. Es respirar agua dulce y que te ahogue la amargura. Es sentirse mareado, perdido entre la gente y tus propias ideas, sabiendo que hay alguien que podría devolverte la calma, pero que no está ahí.
Es la soledad más absoluta.
Me aterra ese silencio.
Es la soledad más absoluta.
Me aterra ese silencio.
1 comentario:
... y angustia muchísimo pensar en ello, como en tantas otras cosas. Mejor si no lo pensamos.
Mejor un beso de los tantos que te debo.
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