3.30.2006

Cuando alguien está débil, alguien a quien quieres, y no puedes hacer nada por solucionarlo, te llenas de impotencia.

Sólo queda esperar.


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¿Hasta qué punto confías en mí?
¿Hasta el punto en que quieres que confíe en ti?
¿Y si necesito más?
¿Y si necesitas más?

Esta no es una buena noche. Necesitaría silencio y brazos. Esperar sabiéndome protegida.

Pero las "buenas maneras" han decidido apresarme.



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Ponte buena, ¿vale?

2 comentarios:

.María. dijo...

Ya estoy en casa, ya estoy... Bueno,la vida, Patri, que no para quieta gracias al cielo.
Un besazo gigantesco, cielo.

Vzqz dijo...

Te dejo un saludo, así fugazmente, como aparezco últimamente.