4.30.2006

"How did you know...?"

Mitad de puente. Balance: estupendo por el momento. Sigue resultándome curioso disfrutar de la alegría de manera tan pura. Como dice la canción: "a veces pienso que algo malo viene detrás", pero no quiero caer tan a menudo en supersticiones, por eso en cuanto lo pienso, toco madera.

"I'm crazy about the way you make my heart feel"

A pesar de la alergia, que hoy ha venido pisando fuerte, cada día tengo más ganas de hacer cosas. Estoy activa como desde hace mucho tiempo no estaba. Hay inyecciones de vida paseando por el mundo (por mi mundo), y reconozco a mi niña pequeña bullendo en un cuerpo de veintisiete años como una locura bendita que comparto inevitablemente.

".. thinkin' about you and dreaming of your kiss..."

Y bailar. Bailar hasta provocar el choque. Un encontronazo brutal y suave entre ambos.

"... and falling more each day."

4.28.2006

Si quieres colocar a un gato, asegúrate de que está dentro de tu habitación mientras te das Calmatel en el brazo. Pone una cara curiosa...

Cuatro días de vacaciones por aquí, en los Madriles; cuatro días presumiblemente de buen tiempo; cuatro días para evadirse de pensamientos raros sobre un par de temas molestos; y, sobre todo, cuatro días para pasarlos en compañía.

Que tengáis buen puente (o lo que sea la cosa esta simpática)

-----------------------------------------------------------------------------

Transcurren los meses como si no pasara el tiempo. Y sin embargo, cada vez siento más tu cercanía. Últimamente me salta a la cara tu forma tranquila de alargar las horas cuando estás a mi lado. Y en ese instante soy consciente de mi inmensa alegría. Por tenerte. Porque me tengas.

4.25.2006

El día pasa entre notas enérgicas, momentos de euforia y momentos de total cabreo con "el mueble negro", carreras para eliminar mucho de estrés y poco de grasa con su consecuente dolor de cabeza, siesta (o su intento) para una desconexión necesaria, acercamientos al ordenador en busca de algún mensaje que otro, escribir más que leer, saludos y rascamiento de panza a los gatos (se agradecen infinito los ronroneos), rutina tranquila con la familia, comecocos futuristas laborales, soledad en la torre.

La carrera de hoy (a 30º; soy cafre, lo sé) no me ha sentado bien. Hoy duele la cabeza más de lo habitual. Comer algo de azúcar no ha solucionado nada de la inquietud (a veces funciona). Escribo esto y puntitos negros se me cruzan ante los ojos. Me da una pereza tremenda ponerme a estudiar los temas. Los dedos, los brazos me dicen "ya te vale, bonita". Y mañana toca entrevista y ensayo.

¿Es mucho? ¿poco? ¿lo normal? Sigo viendo la necesidad del cambio; a veces me cuesta tener paciencia, no saber qué pasará en septiembre. Pero no queda otra.

Pasa el día y busco entretenimientos que me saquen de la rutina. El más habitual: escribir.

Nada. No se pasa. Sé qué soluciones se le pueden dar a este "nerviosismo" tonto, pero por ahora no están en mi mano. Esperaré una o dos horas, seguro que en ese tiempo consigo el remedio perfecto.


Y con un poco de suerte, mañana lo podré acariciar.

4.22.2006

Tienes unos preciosos ojos marrones. Están flanqueados por pestañas largas y, entre medias, esa nariz que me parece perfecta. No me cansaría nunca de mirarte.

Esta noche he visto un pequeño ceño fruncido en medio de las palabras. Ojalá me hubiera sido posible seguir acurrucándote, en esa casita virtual de la que hablabas. No me cansaría nunca de cuidarte.

El óvalo de tu cara, tu mandíbula. Tus labios y tu sonrisa (hoy algo nublada). Son tremendamente atractivos, sugerentes. No me cansaría nunca de besarte.

Eres pequeño porque te ves pequeño; yo te veo algo asustado, lo normal ante proyectos de vida tan grandes. Prueba a cambiar "preocupación" por "ILUSION". El tiempo está de tu lado. No me cansaría nunca de animarte.

Tus manos: grandes, fuertes, delgadas y expresivas. Suaves y tiernas, manos en las que te reflejas. No me cansaría nunca de acariciarte.

Eres grande. MUY grande. Sólo hace falta que te veas, es cuestión de que ese tiempo del que te hablo te vaya poniendo metas concretas en el camino. Te sobra capacidad para hacer lo que quieras; funcionará.

Todo tú, por dentro y por fuera, eres lo más bonito que tengo en mi vida.

Y si tú me dejas, no me cansaré nunca de quererte.

4.21.2006

Aunque últimamente lo hago poco, a veces releo mi pasado reciente. Lo leo con miedo, porque sé que puede hacerme daño: paso por encima de las líneas deprisa y en diagonal (como cuando leía descripciones siendo niña).

Me he caído unas cuantas veces por culpa de momentos, gestos y situaciones que se encierran en muchas de esas palabras; por eso releo con miedo. Por eso me niego a pensar y recordar. Hoy lo pienso y me doy cuenta de que ha habido más daño del que yo creía que estaba sucediendo.

Por dentro, detrás de la nueva sonrisa, me siento aún asustada. No quiero volver a leer cosas como las que escribí ("ya no lloro tan a menudo = todos los días"); yo no soy así; y lo que fui no quiero volver a serlo.

Aún me siento frágil.

Pero es curioso sentir cómo algunas sonrisas, algunas caricias, construyen poco a poco una nueva calma.

4.20.2006

Hay demasiado tiempo. Demasiado poco.
Locuras dentro de una cabeza hierática; apariencia y calma.
Tengo ganas de gritar
gritar
gritar
y saber que estará ahí para cogerme. Sin dudarlo.
Hay demasiadas veces "miedo". Demasiada angustia por algo que aún no está.
¿Alguna vez tendré la libertad de un animal?
Cada vez se hace más insoportable razonar.
Hay demasiadas suposiciones. Demasiada intranquilidad.
Demasiada estupidez por mi parte.
¿No sabes que no puedes controlarlo todo? Eres incapaz. Siempre lo serás.
Vivir tranquila sabiéndolo.
Asumir no significa rendirse.
Aprender es otro tipo de lucha.
Negar constantemente a veces conduce a la desidia de quien te escucha.
¿Asumo? ¿Aprendo? ¿Niego?
¿Algún día dejaré de negarme?

Sí. Cada vez se hace más insoportable razonar.

4.19.2006

Vale.

Me agobia mucho el tema del trabajo. Un montón. Lo veo más bien tirando a negro.
Pero hasta aquí. Ya está bien de lloriqueos y temblores.

A por las oposiciones otra vez, lo mejor que sepas.

Y, según lo que pase, en verano te planteas qué hacer con tu vida. Hasta ese momento, toca cerrar la caja de los "¿y si...?". Hay planes, siempre hay alguna salida, mejor o peor. Lo que sea. Pero ya está bien de agobios inútiles y de miedos.

Silencio, y a seguir adelante.

4.18.2006

¡Ñañañañañañañaña! ¡Quiero hacer un montón de cosas! ¡Quiero hacer deportes: snow (llamadme flipada, me da igual), artes marciales ("si es que sus van a caer hasta debajo la lengua"), natación (¡me convertiré en cocodrilo!), baloncesto (no quiero oir ni un comentario sobre mi altura)... Por ahora ando correteando por el campo, yendo a la piscina de vez en cuando y haciendo "ejercicios culoidales" (me sé de uno que se merece un premio por semejante palabro). Objetivo: ponerme fuete fuete y llegar a lucir con orgullo este bikini.

También quiero hacer viajes (playa, montaña, ciudad, pueblo... Todo es bienvenido). ¡Y hacer regalos! ¡muchos regalos!

Ahora viene la parte divertida. Para todo esto que quiero ¿qué es lo que falta? Dinerito. ¿Y cómo se tiene dinerito? Currando. ¿Y dónde está el trabajo? Eso me pregunto yo. Si alguien lo encuentra, que me lo presente, que yo lo cuido.

Por favor, por favor, por favor, que alguno de los planes para el año que viene salga adelante...

4.16.2006

Acabo de dejar un comentario en el blog de María. Ella se hace planteamientos sobre el origen del amor (¿es posible autoenamorarse? ¿y dosificar ese amor?). Yo he sido incapaz de poner mi cabeza en marcha para pensar sobre lo que plantea y dar una opinión al respecto.

Si no fuera por lo tranquila que estoy, diría que estoy totalmente ebria de amor.

Huelo la ropa que llevo, mis manos, mi pelo. Todo lleva el olor de quien amo, prolongando el último abrazo de hoy. Como digo, me siento en calma, aunque con un cosquilleo interno, como una sonrisa inquieta que a veces se asoma a los labios. Es inevitable.

Nunca pensé que me pudiera sentir así. Nunca lo había imaginado. Sí sabía que se podía dar todo por alguien, sí que se podía querer mucho. Pero no conocía esto, no entendía a los que hablaban de ello con una sonrisa tan grande, y ahora mismo soy incapaz de explicarlo.

Creo que nunca podré decir suficientes veces "gracias".


Me apetece cuidarte. Y convertirme en una vibración hermosa que te haga sentir vida.

4.14.2006

A veces salen noches tontas y llenas de miedos. Se me rebelan las ganas de llorar y cuesta un triunfo que no se noten. En esos momentos no quiero que me veas débil, asustada, estúpida (aunque necesite como el agua que me veas tal y como soy en cada faceta). Porque me da miedo que te asuste o te desagrade, y te vayas.

Y, sin que lo pida, te das cuenta, y viene tu ternura en mi rescate. Y es como la tabla de salvación que más falta me haya hecho nunca. ¿Ves cómo soy estúpida? Te tengo a mi lado. ¿Por qué iba a tener miedo?


Soy valiente. Segura. Responsable. Fuerte.

Soy cobarde. Insegura. Diminuta. Débil.


Te necesito.

Te quiero.

4.13.2006

Están saliendo hojas nuevas (horas nuevas) al olmo frente a mi ventana. Se empeña en tapar los jirones de un cielo intensamente azul que se cuelan entre sus ramas. Las golondrinas, de vez en cuando, cotorrean como una vieja y frenética máquina de escribir; los mirlos, en cambio, se pasean tranquilos y callados (ese divertido mirlito de cabeza blanca aún nos acompaña). Caballos y burritos en el prado verde amarillo rosado; un olor de lilas sorprende al aire. Los gatos se tumban dormilones, perezosos, dentro y fuera de la casa. Una sonrisa pequeña se acurruca, mimosa, en los bordes de mi boca.

Es la hora de la siesta.

4.08.2006

Granada:
Preciosa. Antigua. Joven. Intensa. Nieve. Caídas. Risas. Alboroto. Incursiones. Renacer. Novedades. Amigos. Tú.

Tú:
Bello. Joven. Sabio. Inquieto. Alegre. Serio. Irónico. Tierno. Dulce. Duro. Simpático. Fuerte. Amante. Misterioso. Frágil. Paciente. Profundo. Vital. Amado.
Único.

La sonrisa más bonita del mundo.



(Te llevo soñando desde hace mucho tiempo)

4.07.2006

Nubarrones. Nubarrones estúpidos que se repiten una y otra vez, acentuando cada vez más mis ganas de echar a volar. El enlace invisible que me retiene es poderoso y, por ahora, imposible de quitar: escuece, molesta, agobia.

Lo peor: no saber por cuánto tiempo. Sobre todo viendo tan claro que saldrán soles enormes por todas partes en cuanto deje de existir esa atadura. Las sonrisas estarán más que claras, y dispuestas a compartirse. Habrá nacido una nueva calma.

Se me pasan por la cabeza planes, ilusiones, miradas al futuro que hago de refilón por si le da por escaparse.

¿En cuánto tiempo? Espero que no demasiado. A ver si va despejándose el camino. A ver si encuentro la manera de echar a andar de una buena vez.

Tengo tantas ganas...

4.04.2006

Que yo no lo sabía,
quién me lo iba a decir,
que solo con tu sonreír
inundarías todo mi ser de alegría.

Y yo no lo sabía,
que me podía encontrar
algo tan dulce como tú.

Eres lo más bonito que he visto en mi vida.

Y yo no lo sabía,
y si me vuelvo loco es al sentir
que hay tantas cosas que vivir,
y yo sin ti no lo sabía.

Por la calle no hago más que sonreír.
Y es que todo el tiempo estoy pensando en ti.
¿qué le voy a hacer?

Es curioso como hay días en los que
todo es magia, todo es arte y ya lo ves,
no puedo callar,
ni dejar de ser el loco que está
rendido aquí a tus pies.
Y yo no lo sabía....

Aunque hable la gente solo oigo tu voz.
Completamente borracho por tu amor,
¡Qué pesado estoy!

Pero es que tampoco me quiero callar.
Más bien al contrario, yo quiero gritar
que soy muy feliz si estás junto a mi.
Te quiero a morir. Estoy loco por ti.


(Elefantes - "Y yo no lo sabía")
¿Cuántos tipos de vértigo hay? Yo pensaba que sólo uno, ese que aparece cuando miras hacia abajo y sientes flojera en los tobillos. Pero no: voy descubriendo que hay más. Por ejemplo...

Vértigo al mirar hacia abajo.
Vértigo al mirar hacia arriba.
Vértigo al deslizarse muy deprisa, sin control.
Vértigo al pensar en caer y no encontrar apoyo.
Vértigo al estar rodeado por un enorme espacio abierto.
Vértigo ante la nada.

¿Y quién dice que sea un simple mecanismo de prevención?

Hay vértigos ante los que (¡por fin!) sé que no quiero defenderme.