10.23.2009

Definitivo. Voy a mutar en "la loca de los gatos". Y de los perros. Y los tibus. Y los pingüinos. Y las ballenas. Y los mapaches. Y...

Como cualquier viejecilla, diría "son mis niños". Los animales me despiertan una ternura sin límite, me siento más cercana a ellos que a muchísima otra gente. Siendo consciente de cuál es su terreno e intentando aprender sus reacciones, cómo están a gusto o a disgusto, cómo hay que respetarlos, mi reacción animal es la de protegerlos. Y es sorprendente las reacciones que he vivido de muchos de ellos hacia mí.

Aunque no son mi compañero.

Pero a día de hoy, me dan gran parte de la alegría que he perdido.

10.17.2009

La primera noche.

Todo en silencio, tranquilo.

Pero echo mucho en falta mis grandes vidas pequeñas.


10.13.2009


¡¡¡¡¡¡¡ Grrraaaghaghghagghhhhhhhh !!!!!!!



¡¡¡¡ Hasta los ovarios de estar crocker !!!!

10.11.2009

Vuelve el 27 de abril por la tarde. Vuelve el fin de la vida como única forma de paliar el dolor. Vuelve el zombi, la marioneta. La mirada vacía para no ver el momento.

No quería asumir lo que vuelve a pasar, en medio de tanta incertidumbre. Nunca volví a tu lado, pero no dejé de esperarte. Y la esperanza termina matando a quien se refugia en ella para no avanzar en la vida, mientras tú marchas por otro camino- Y sólo era el miedo lo que, a ratos, te hacía estar a mi lado, para después volver a irte. Fui estúpida, y me creí valiente, suficientemente fuerte como para tirar de los dos, cuando aún seguía teniendo cojo el corazón.

Nunca volví a tu lado, porque en el fondo sabía que no estabas, que volvería a una soledad resonante. Hace mucho tiempo que te fuiste, antes incluso del 27 de abril; no sé cuánto tiempo atrás.

Hoy, una vez que se rompe de nuevo el amago de vuelo que fingía, no sé si me quisiste como yo a ti te he querido. Ya no sé nada, es como si un terremoto hubiera destrozado en silencio las bases en que me apoyaba para abrazarte. Y nunca fue suficiente. Nunca fui suficiente para ti.

10.07.2009

Tengo miedo.

Vértigo. Soledad.

Una enorme Nada que no se detiene.




10.06.2009





(Gracias por la imagen, M.)

10.05.2009

Hace tiempo que ya capitulé: es imposible verte y no seguir queriéndote. Queriendo una mirada tuya, compartiendo una tontería que desemboque en una risa cómplice, parando el mundo si tu codo roza apenas mi codo, sentándome a tu lado, oliéndote...

Capitulé en negar lo que me importas, y aunque al final de cada encuentro redescubra que nunca te podré besar con ternura, persisto en creer en lo imposible: y sueño con que una noche inesperada te despidas de mí con tres besos suaves, ansiosos, en los labios. Y sueño que yo no me quedo parada para responderte con el amor capitulado que te tengo.




Apenas un pequeño sueño, infinitamente hermoso.