6.29.2014



I had a cure, for your disease
but you threw it away
and you made it clear I was not welcome on these seas
and you threw it away

So I sailed and I sailed for so long
my hair grew long and my heart grew cold
I face certain death without you near

And I felt the storm and swam until the skies were clear
and I found a home along this crooked road

And all of this would have been
all of this could have been yours

All of this should have been
all of this could have been yours

Black clouds roll, right over red doors
as the waves were high
so was i
and the moon never looked so angry
as when your walls came crumbling down.

It was so beautiful
It was so peaceful

All the destruction, it was quiet
All of this would have been
all of this could have been yours

All that you love, will be carried away
oh all that you love, will be carried away

All of my pain, that you put on my name
all of my doubt, and all of my shame

All of my guilt, my denial and fear
all of my hatred and all of my tears

All of the time that I couldnt go home
all of the times that I froze all alone

All of the sadness all of the lies
all of the shadows that blackened my eyes

All of the servants, who cheated, who stole
all of the colors from the depths of my soul

All of the wounded, that you left for dead
now creep in the corner, they're all in my head

All of the dreams that you made nightmares
all of the silence, deafening stares

All of the ships who can't carry loads
you wrecked in anger, along distant shores

All of this would have been
all of this could have been yours

All of this should have been
all of this could have been yours.

6.28.2014

Es difícil entender a la gente. Pasa el tiempo; aumenta el número de personas que entran y salen de tu vida; las vivencias con ellas, más o menos intensas; las alegrías, las pérdidas, las decepciones.

En general, domina la cobardía. La necesidad de sentirse perdonado aun sabiendo que se va a hacer (o se ha hecho) algún mal. Un egocentrismo sin medida en algunos casos, o de buenas proporciones en otros, que hacen dar por supuesto que los demás le querrán a uno bien, sea cual sea el daño causado.

Hay personas que, a pesar de los errores inevitables, de los malos entendidos, de las pasiones, pueden perdurar años y años en la vida de uno.

Hay personas que podrían haber seguido de esa manera, de no haber sido por la influencia de los egoístas. 

¿Las consecuencias? Pérdida, incomprensión, daño, decepción, tristeza.

Reflexión, asunción, enfriamiento.

Recuerdo y añoranza para unos.

Destierro para otros.

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Te recuerdo con tus ojos verdes, tu pelo moreno, rizado, tu sonrisa tímida y preciosa, a juego con esa risa que sorprende. Tu cara fina, dulce y bonita, de nariz y labios afilados. Tu cuerpo cubierto más de la cuenta, por una vergüenza sin motivo. Tu delgadez que en nada iba a juego con tu persona: tu espíritu, tu mente. Te recuerdo abrazándome y llorando en silencio. Recuerdo lo que te quería.

Recuerdo que, sin motivo aparente, saliste de mi vida.

Intuyo la causa. Intuyo mentiras.

Pasan los años y ya duele menos. Pero no puedo perdonar el motivo por el que alguien como tú me dejara tan vacía.

Ojalá volvieras. En esta supuesta frialdad mía, te sigo queriendo.

6.26.2014

Shhh... No digas nada.
Calla.
Si vienes, que sea en silencio.
Que no lo sepa el viento
ni el calor o frío de la calle.
No quiero verte llegar,
ni irte;
no quiero olerte
y sospechar que te escondo
en una imagen desvaída y perfumada,
de esas que se pierden en cajones de muebles viejos.
Si vienes, que no lo sepa el suelo
por el que avances hasta mi casa
en un camino ficticio,
que no quiero pensar alto,
suponer recuperar tu abrazo,
y después aullar a la luna
sin aullidos.
Si vienes, que sea en silencio
y por la espalda,
como una mala puñalada inesperada,
que siquiera dé tiempo a maldecirte
y así me ahorres
la angustia de la espera.

6.25.2014

"Te echo de menos, le digo al aire..."


Letra tras letra, voy extirpando como puedo lo que siento. A veces malo, a veces no. Torpe o acertado. Pocas veces imaginario: siempre hay alguna razón que me lleva a pulsar las teclas o mirar un papel en blanco, aunque luego el dibujo sea extraño.

Estas últimas semanas han venido como un bofetón tras otro, inesperados todos. Creía haber encontrado en la apnea un reto físico y mental, y debo suspenderlo. Creía haber visto en el trabajo una posible vía interesante, pero se ha truncado. Y lo más importante: creía haber encontrado a alguien en quien confiar, a quien conocer y a quien querer, con sus cosas "buenas" y "malas". Alguien a quien por fin le dejaba verme, que yo pensaba que me veía. Pero se ha desvanecido.

No lo entiendo.

La sensación es como si algo por dentro te pinchara, pero envuelto en papel; de tal forma que sólo sientes el golpeteo continuo de esa amenaza, una y otra vez, incansable, manteniendo la herida, pero nunca tan grande como para dejarte sin respirar. A veces, sólo a veces, se cae el papel. Y el corte es tan intenso que tienes que encogerte, apretarte el estómago y sacar el dolor una lágrima detrás de otra, mientras procuras recordar cómo coger aire.

Es duro querer a alguien. Que te insinúe que te quiere. Y que desaparezca.

Supongo que prácticamente todos hemos pasado por ello, pero cada vez que pasa duele como si fuera la primera vez.

A veces, me rodea un dulce aroma a coco. Cierro los ojos, respiro hondo, te percibo en mi boca; pienso que quizá algún día te des cuenta, que ese día no sea tarde.

Y de repente noto algo por dentro, clavado entre papel.


6.22.2014

Al final, la luz se fue entre los prunos. Esos árboles rojos que tanto te gustaban y de los que no sabías su nombre. Igual que se fue, como paso inevitable, la belleza de la rosa que te envié, y respondió a mi foto tu foto de una rosa marchita

Se marchitaron las rosas, la luz se fue, y la noche vino sola, para sentarse a mi lado sin decirme nada.




Me preguntaba mi cardiólogo hace unos días cómo me encontraba. "Bien", le decía yo. "¿Bien o muy bien?".
Bien.

Continuaba la charla, agradable; me contaba cómo el amor "ataca" directamente a la parte más animal de nuestro cerebro, la que graba con más fuerza y genera esas sensaciones que son tan difíciles de contener, tanto las buenas como las malas.

Yo debo de ser muy animal. 

6.20.2014

Mastico. Trago
Cuesta.

Has pintado una nueva huida en mí.

Bebo. Trago.
Cuesta.

Efectivamente, te iba queriendo como yo pensaba. Y como no pensaba.

Respiro.
Cuesta.

Desaparecer de la vida de quien quieres es de cobardes. O eso dicen. Yo no te entiendo, respeto tu desbandada sin comprenderla. Mientras, este corazón al que han prohibido dejar de respirar pincha y me recuerda que, una vez más, he bajado la muralla y te has ido sin siquiera darte cuenta de que estaba ante ti el camino que buscabas hacia mí.

Volveremos a hablarnos, supongo. O eso dices. Todo se ha quedado congelado, como en una foto de esas que no llegamos a hacernos. Como si no hubiera existido. Como si esto fuera una patada en las costillas dada por una bota inventada. ¿Volveremos a hablarnos? La certeza de un "game over" me dice que sí, temiendo que sea para nada.

Un abrazo tuyo limpiaría de golpe este cansancio que aplasta.

No lloro.
Cuesta.