6.22.2014

Al final, la luz se fue entre los prunos. Esos árboles rojos que tanto te gustaban y de los que no sabías su nombre. Igual que se fue, como paso inevitable, la belleza de la rosa que te envié, y respondió a mi foto tu foto de una rosa marchita

Se marchitaron las rosas, la luz se fue, y la noche vino sola, para sentarse a mi lado sin decirme nada.




1 comentario:

tal vez lo recuerdes dijo...

Como decía me alegra verte escribir de nuevo. Tal vez sea muy egoísta por creer que tus textos hablan de mi, aunque se que siempre son cosas imaginarias. Pero es que me gusta.

Yo se que algún día podrás perdonarme. Aunque tengas que sacar toda la rabia de dentro. Elije quedarte con lo bonito.

Como ves, yo siempre seguiré aquí, atento a lo que te pase y para lo que necesites. Aunque no lo quieras.