11.14.2006

Se me ocurren mil formas de terminar la historia del maquillaje, pero no sé por qué, cierto pudor me impide escribir más cuando sé que después daré al botón de "publicar". Quizá sea un miedo tonto al "qué dirán".

Por ahora, intentaré terminar la historia a solas, mi ordenador y yo. Después, ya veremos si me atrevo a compartirla.

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