11.28.2006

A veces busco perderme en el silencio que hay bajo el agua, mirando a ninguna parte a mi alrededor, buscando algo o a alguien, perdida en mi pecera. El tiempo deja de importar, quedo suspendida en una ensoñación, en una imagen: tranquila por ser irreal, inquieta por no perder del todo el contacto con la realidad.

Tenías razón: es una buena forma de escapar. De tocar fondo sin hundirse. De arroparse con la arena y la sal.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿y los tiburones qué, eh?... ¿y la presión?
Yo hice algo parecido al buceo hace como unos cuatro años (todavía era miope perdida) y cualquier pequeño pez me parecía un cachalote asesino. Lo pasé fatal, pero en cambio te entiendo... siempre quedará la piscina...o la bañera.
¡Viva el agua y su particular silencio!

Muuuuuiks

Patricia dijo...

Los tiburones son preciosos, estoy deseando ver alguno ahí abajo. La presión... te diría que no existe...

Muak!