12.13.2006

De entre todas las curvas que marcan el sendero en el que zigzagueo, a veces hay alguna que engaña y parece (por fin) una línea recta. Unos podrán pensar que es interesante, y no lo niego; pero a mí muchas veces me agobia y sobrepasa tanta incertidumbre, el no ver con un poquito de claridad mi futuro a medio plazo.

Sin embargo, engañosa o no, hay alguna que otra línea recta que me hace feliz ahora mismo. Si tiene que culebrear, espero que sea poquito, y siempre para volver a ser recta.

Será el sueño o diciembre, que siempre me deja un poco (más) tonta, pero oye: qué gusto volver a comer castañas asadas paseando por una ciudad.

No hay comentarios: