1.25.2007

Hace pocos días intuía que empezaba a necesitar mucho a alguien, y que en breve me daría cuenta de ello.

Esta noche echo de menos a esa persona. La sensación de lejanía y cercanía simultáneas me hace tener el estómago encogido. Es muy tarde y ya estará dormido. Si no fuera así, vencería timidez y otros miedos, le llamaría para decirle: "ya lo sabes, pero necesito decirte que te quiero; que me haces falta y me doy cuenta ahora más que nunca; que si me tienes abrazada me siento segura; que contigo estoy en casa; que, si tú quisieras, compartiría contigo todas estas horas que se me escapan de las manos día tras día sin sentido..."

Trago saliva. Dejo un momento de escribir. Algunas cosas dan miedo pero... no quiero ser cobarde toda mi vida.

No hay comentarios: