2.22.2007

La vida sigue ahí, y no se para entre estación y estación de tren, o cuando corro para coger el autobús. No debo dejar mi tranquilidad encerrada en la habitación, esperando recuperarla cuando vuelva; no debo permitir que el pánico se adueñe en el momento menos oportuno; no debo desconectarme para ser un autómata en las horas de viaje.

Cada instante es el destino al que hay que dirigirse para vivir. Soy capaz de entender que eso es lo correcto. Y sé que, de entre todos esos momentos que componen una vida, hay algunos que sirven para darte aire con que seguir respirando en los momentos de angustia (como las llamadas a primera hora de la mañana, o una charla a las once de la noche al salir de clase, o un "yo también quiero verte" arriesgado desde el trabajo).

Llega el fin de semana; sé que cogeré aire, procuraré descansar para abordar la semana que viene. Y sobre todo, espero tener el abrazo que necesito. El que quiero. A quien quiero. Aunque sea tan poquito tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno las Lolitas te mandamos un super abrazo y ya sabes, "si nos necesitas silva, es muy fácil, sólo tienes que juntar los labios así". Por cierto Rafa me ha dicho que te de las gracias por meterte en su blog. Las fotos las hicimos nosotras pero el retoco una que salgo yo, como si fuera un fotograma, y la verdad es que se nota muchisimo lo bien que ha quedado. Ya sabes cuando quieras posamos las tres. Besitos y muchos abrazos