4.24.2007

Tu olor.

Tu olor se pierde en sombras de mi memoria que planean silenciosas sobre lo cotidiano del día. Se oculta para, lentamente, ir creándome ansiedad por algo que conozco pero que no sé reconocer. Y de repente surge: alguien que pasa a mi lado, un momento de duda al captar un perfume, un recuerdo... Tu olor vuelve a mí como si te tuviera delante.

Aunque no sea así.


(¿Quién no ha sentido inquietud al captar un olor sumamente atractivo, pero imposible de situar en el tiempo, en un lugar, en una persona?)

1 comentario:

.María. dijo...

Hay olores que reviven, que levantan. A mi hay olores que me hacen perder la cabeza. Mucho más que una voz, que una caricia o, incluso, que un beso.
Que se lo pregunten si no al pobre Jean- Baptiste Grenouille, el perfumista, que no sintió nunca latir otro corazón que el que estaba en su nariz.

Bezzzzzzzzzzz