5.28.2007

¿Cuántas veces se renuncia de forma definitiva? ¿cómo se aprende a olvidar? ¿desprenderse de la fantasía asociada a un anhelo?

Yo no sé matar esperanzas, aunque éstas vivan de lo irrealizable. Debe ser como hundir el alma en aguas quietas. En silencio. Despacio. Hasta que donde brilló todo no quede más que vacío.

Y aún así, se siga respirando.


1 comentario:

.María. dijo...

Ay chiquilla, me alegro de que lo pasaras tan bien el finde bajo el mar. Yo más bien bajo la lluvia, pero bueno, todo llegará (el buen tiempo, digo, no el buceo)

Personalmente, si algo me queda en el recuerdo de gran dolor (por amores, se entinede) es "gracias" a la esperanza que, finalmente, se torna en absurda obsesión por lo imposible.

Sé feliz, y cuidado con los tiburones, hija, que vaya deportes eliges, jo.

Bezzzzzzz