5.30.2007

A todo.

E incluso a un poco más que eso. Le doy vueltas, te doy vueltas, me doy vueltas al cerebro. Todo tan extraño, tan desconcertante, que permanezco quieta y absurda a la vez. Ni acción ni reacción: una apatía desmedida ante el cansancio y el bloqueo. Quizá mi medio de defensa.


Una autovía para ser felices, me ha dicho.

Y yo quiero creerlo. Porque en su día fui la mayor defensora de eso mismo, borracha de ilusiones. Y aún ahora pienso que sólo duermen. Porque sé que me quiere y que le quiero.


A todo.

Un año de espera y de decisiones, haciendo balance a solas. Es increíble cómo pueden deformarse los deseos, las pasiones, sometidas a una razón tiránica: lleva tus pasos a donde ordena. No por ello donde quiere.


A todo.

Y una autovía para ser felices, en la que aún esperamos encontrarnos.

Mientras tanto, yo me voy a dormir.

No hay comentarios: