7.15.2007

Hace ya varios meses que llamé a su madre para preguntarle qué tal estaba, cómo le iba la vida. Hace también varios meses, aunque alguno menos, recibí un mensaje que me pedía "nunca más". Y lo cumplí. Hace varios meses que no sabía nada de su vida. Y esta noche, precisamente esta noche, he leído resúmenes. Acabo de saber que le han operado, aunque no sé bien de qué, y me he preocupado hasta el momento en que he visto que, al parecer, ha ido todo bien, que es cuando he sentido alivio; también parece que hay una personita que le ilusiona, y eso me ha hecho sonreir. He sabido que una de sus primas se ha casado, y también me ha alegrado.

Es una sensación extraña la que tengo, como si el aire oliera a hojas de otoño. Me encantaría llamar y preguntarle cómo está; si fuera posible transmitir buena energía, me gustaría poder hacerlo. Pero por otro lado, pienso que lo mejor que puedo hacer por él es mantener las cosas tal y como están. Alegrarme en la distancia, y desde el silencio.

Las sonrisas más sinceras de la noche hoy son para ti, B.

1 comentario:

Anónimo dijo...

:)