2.18.2008

Ya sé a qué juega la angustia: a no dejarme ver ningún futuro. Mete mi cabeza en un barreño de agua turbia y fría para quitarme la ilusión. Y rompe mi serenidad en trozos, en mil trozos imposibles de unir, me pelea con el sueño enganchando todos y cada uno de mis nervios al estómago. Inunda de lágrimas secas cada párpado mientras transcurre el día, para acabar soltando la presa en silencio y soledad nocturnos.

La angustia pierde la partida cuando cede el paso a la desesperanza. Cuando, lentamente, apartas a un lado el tablero roto y te olvidas de reir.

Sin embargo...

... todo eso se desvanece cuando quien es causa de tu angustia sufre. La fuerza que creías extinta aparece unida a esa desesperanza, intentando insuflar vida, ¡vida!, que es lo único que existe.

Por tristes que estemos.

La desesperación a galope tendido sólo me trae esperanza: la de ver tu sonrisa luminosa, perenne, una vez más. Aunque aún no sepas cómo, yo sé que volverá, estoy segura. Y daré lo que haga falta, lo que esté en mi mano y lo que no esté, porque así sea.

Aunque yo sea pequeña.

Aunque tú ya no me quieras.

2 comentarios:

.María. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
.María. dijo...

No sé si me hago una idea. De todas formas tampoco me la quiero hacer porque ni se acercaría a lo que posiblemente esté pasando por ahí.
Yo sólo sé que si una persona no está bien consigo misma no va a poder dar nada medio bueno. Sólo sé que NO es egoísta querer buscar la felicidad aunque la gente cercana y querida no lo esté. Sólo sé que, personalmente y siendo francamente burra, el rollo enfermera sufridora me resultó siempre un tostón (experiencia propia).
Mira, no sé qué pasa con ese que no te quiere o con aquel que no está feliz o en un buen momento. Yo sólo quiero que tú estés bien para que los demás estemos un poco mejor. Pero bien de verdad!!!!!!
Si pudiera ir a verte, jolín... Un beso beeeeeeso beeeeeeeesazo, te quiero