6.28.2014

Es difícil entender a la gente. Pasa el tiempo; aumenta el número de personas que entran y salen de tu vida; las vivencias con ellas, más o menos intensas; las alegrías, las pérdidas, las decepciones.

En general, domina la cobardía. La necesidad de sentirse perdonado aun sabiendo que se va a hacer (o se ha hecho) algún mal. Un egocentrismo sin medida en algunos casos, o de buenas proporciones en otros, que hacen dar por supuesto que los demás le querrán a uno bien, sea cual sea el daño causado.

Hay personas que, a pesar de los errores inevitables, de los malos entendidos, de las pasiones, pueden perdurar años y años en la vida de uno.

Hay personas que podrían haber seguido de esa manera, de no haber sido por la influencia de los egoístas. 

¿Las consecuencias? Pérdida, incomprensión, daño, decepción, tristeza.

Reflexión, asunción, enfriamiento.

Recuerdo y añoranza para unos.

Destierro para otros.

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Te recuerdo con tus ojos verdes, tu pelo moreno, rizado, tu sonrisa tímida y preciosa, a juego con esa risa que sorprende. Tu cara fina, dulce y bonita, de nariz y labios afilados. Tu cuerpo cubierto más de la cuenta, por una vergüenza sin motivo. Tu delgadez que en nada iba a juego con tu persona: tu espíritu, tu mente. Te recuerdo abrazándome y llorando en silencio. Recuerdo lo que te quería.

Recuerdo que, sin motivo aparente, saliste de mi vida.

Intuyo la causa. Intuyo mentiras.

Pasan los años y ya duele menos. Pero no puedo perdonar el motivo por el que alguien como tú me dejara tan vacía.

Ojalá volvieras. En esta supuesta frialdad mía, te sigo queriendo.

3 comentarios:

A dijo...

Muy bonitos estos nuevos textos, no tanto los pensamientos que llevan.

Pero sigues siendo tu, eso se nota.

Sin embargo en estos ya no soy tan egoista, no los siento dirigidos a mi, tal vez por que no encajo en la descripción :)

No dejes de escribir

Patricia dijo...

Quién sabe, A., si perteneces al grupo de los añorados o de los desterrados. Supongo que tú, que sabes quién eres y qué me has hecho, serás capaz de llegar a alguna conclusión, dejando a un lado el egoísmo y esa certeza de que "algún día seré capaz de perdonarte".

Seguiré escribiendo: la vida sigue, palabra tras palabra.

A dijo...

Si escribo como anónimo será porque soy de los desterrados... y muy creido sería de posicionarme en los añorados.

El resto de conclusiones ya las iremos sacando :) palabra tras palabra