7.15.2014

Del revés. Vuelta. Boca arriba y boca abajo. Escondida. En tensión vibrante. Expuesta. Disimulando. Sonriente. Rota. Enérgica y cansada. Tranquila. Resignada. A la espera de nada.

Todo a la vez.

Como un tocón que hubiera perdurado tras una noche lamiéndolo las llamas, y mantuviera su forma y rugosidad dibujada en ceniza. Apenas un soplo que baste para resquebrajar la apariencia y dejar que todo caiga. Ceniza en equilibrio inestable. Deseando caer, olvidar el vértigo. Y que sea lo que tenga que ser.

El control del caos.

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