11.03.2006

Otra historia prometida. Esta vez por partes.

(I)

La ventana da a un muro. No se puede abrir el cristal. La habitación sólo está iluminada por las bombillas del espejo. Una mesa con varios frascos, cajas y latas de maquillaje. Algún trapo para limpiarse la cara. Una silla donde espera sentado un actor.

Es un hombre flaco, de pelo corto y muy negro. Aún no ha terminado de vestirse, por la pereza que da terminar de abrochar los botones de la camisa. Permanece callado y quieto, sin esperar nada ni a nadie.

Se abre la puerta del camerino; él ni siquiera levanta la cabeza. Escucha unos pasos cortos, rápidos, caminando de un lado a otro. No ha habido ningún saludo. De repente los pasos se paran ante él y una mano firme y pequeña le obliga a mirar: es la maquilladora. Una chica joven que no lleva ni pizca de maquillaje, de gesto adusto. Sin mediar palabra, coge la esponja y comienza su trabajo sobre él.

2 comentarios:

.María. dijo...

Llevo todo el día de ayer intentando comentarte pero no sé si te llegan porque a mi me dice que no. Bueno, que si esos comentarios míos no te han llegado, me preguntaba yo cómo te has enterado de la nueva dirección y tal. Como yo no me entero de este mundo... ´menos mal que no me da por hacer nada ilegal por aquí... seguro que me pillaban.

Bezzzzzzzzzzzzzz

.María. dijo...

Hoy estuve pensando en la amistad, así en general, mientras paseaba a la chucha de mi suegra por los parques municipales...
Ná, que te quiero, chica, y que a ver si me sale un p*** trabajo y voy a verte un finde.

Bezzzzzz