1.02.2007

En silencio, emerge un nuevo día colgado de lo que fueran hojas de otoño. Aún hace frío y no te das cuenta, pero el sol que sale terminará calentando esas manos rotas. Porque es ley de vida. Porque todo lo que aún respira y camina recibe luz de un modo u otro, aunque se esconda bajo el agua.

Puede que se pierda la nitidez del camino, pero antes de dejar de cantarte al oído quiero que sepas que la distancia no existirá en el momento que necesites encontrar música.

Yo me quedo con el frío. Tú, confía y camina en calma.

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