1.01.2007


La noche pasa distinta en la madrugada del 1 de enero. Se hace corta y larga a la vez; el resto del día es una nebulosa donde te pierdes en medio de la falta de sueño, el empacho y las extraña sensación de sentirte solo cuando habitualmente tienes un montón de gente a tu alrededor. La noche pasa distinta cuando comienza el año. Se esperan grandes cosas para esa noche, aunque hayamos crecido y sepamos que no debemos desear nada especial, por eso de no llevarnos chascos, por eso de recibir con más sorpresa las sorpresas. Hoy me niego a hablar de ilusión, aunque sepa que está escondida ahí, como un duendecillo.


Hoy me quedo con la paz de ciertos momentos en los que he podido dormir acurrucada en el regazo de quien me calma; con algún que otro mensaje. Con la suerte de haber empezado un año tranquilo.

1 comentario:

.María. dijo...

Año tranquilo hasta que todos los duendes salgan de los rinconcitos sacudiéndose el polvo.
Muakkkks

*buahhh! Voy a estar sin internete por lo menos 10 días. Haz el favor de cuidarte mucho.