2.26.2007

He salido de trabajar corriendo, como siempre. He atravesado el nudo de Manoteras a toda prisa, deseando llegar a la parada del bus, por si había suerte y conseguía coger el tren de menos diez. Enfurruñada, he subido al de y veinte, media hora más tarde, pensando que a esas horas ya casi podría haber estado en casa.

(Levanto la vista mientras escribo esto y veo un atardecer oscuro, precioso, sobre los encinares de El Pardo, con Venus en el cielo, dejando pequeñas las luces de la ciudad.)

He subido al tren y me he sentado. Frente a mí, una mujer se había quedado dormida y, cabeceando, estaba a punto de caer al pasillo. Me he inclinado hacia ella tocándola suavemente en el brazo para no asustarla. "Se va a caer...". Ha despertado y me ha mirado, desorientada. Era una mirada tremendamente triste. Ha preguntado dónde estábamos. "Ramón y Cajal", ha contestado mi compañero de asiento. Al llegar a Pitis ella se ha levantado. Con su cara triste, sus ojos idos, me ha sonreído; le faltaban dientes. "Gracias señorita". Me ha acariciado la mejilla despacio, con ternura. Aún siento esa caricia, y el nudo en la garganta al saber que esos ojos azules, tan tristes, bajaban del tren buscando algo que ponerse.

Al ver su piel, su mirada, me he dado cuenta de que era drogadicta, y he sentido una punzada de rechazo que me avergüenza.

Más aún después del gesto de ella.

Qué preciosa caricia.
Qué bonita ella al darla.
Y qué triste.

Qué vergüenza.
Y qué pena.

Gracias por la lección y por dejarme la sonrisa en la cara mientras te miraba acariciarme.

6 comentarios:

Eva dijo...

No sientas vergüenza, corazón. Que tire la primera piedra quien no sienta algo parecido alguna vez. Es una reacción de lo más lógica, esa punzada. Lo importante es con lo que te has quedado luego, ¿o no? Con esa caricia que reconforta.
Fechas, fechas... Pues veamos. Estamos pensando en el fin de semana del sábado 26. Pero puede pasarse al finde anterior, al siguiente... Sería cuestión de no coincidir con el buceo, a mí lo mismo me da ir uno que otro.
De todas maneras, ya me has hecho cavilar. Porque para ir a Asturias sí que no puedo decir una fecha todavía. Imagino que en pleno veranito, pero no tengo ni idea... Y qué genial sería estar las tres. Joo. Ay, Patri, yo te pago el hotel o lo que haga falta, que para entonces me lo voy a poder más que permitir, pero tú te subes conmigo. Porque ahora ya pienso en "vernos las tres en Asturias" por darme ideas :p
Dulce luna, mejor noche.

Patricia dijo...

Ostras, Eva! ¿Vas a ser millonaria? ¡Mola! Voy a tener una amiga millonaria que nos invite a sidrinas a la marieta y a mí! jajaja :) qué bien, chiquitilla...

Pues no sé lo de las fechas, a ver si me confirman algunas cosillas y te lo digo, ¿vale?

muak!

Eva dijo...

Millonaria... ¡ja! Más quisiera yo, ay de mí... jajaja. Bueno, mira, si estuviéramos antes de la llegada del euro, si que podría decirte "voy a ser millonaria". Porque entonces un milloncete de pesetas te dejaba decir ya tal cosa. Coño, al final lo cuento todo por internet, si es que ya me vale... Pues eso, que millonaria na da na, pero voy a tener seis mil euracos a mi disposición y, después de un ordenador nuevecito (eso lo primero jajaja), luego está... ¿comprar sidra? ¡Pues sidra!
Joer... Patri, empiezo a sospechar que tú quieres verme borrachuza como sea jajaja. Mira que luego me da por bailar tangos... :p
Confirma con calma, que no tenemos prisa.
Beso volandooo.

Eva dijo...

¡Patri, Patri! Soy una copiona y Rafael me ha dibujado jajaja :p

Unknown dijo...

Jo Patri,la verdad es que esa reacción entre pena y rechazo la he sentido alguna vez y al igual que tú me he sentido mal por ello, pero bueno somos humanos y estamos para aprender algo cada día. Un besote y a ver si este sábado nos vemos. Bye.
Por cierto los mails de Jesús y tuyos no me llegan...:(

Patricia dijo...

Eva: copiotaaaaaaaaa!!! :D Ya te he visto en su blog, pensé que podrías ser tú.

L.D.- a ver si es verdad y este sábado nos vemos... besitos!